02 marzo 2006

Rasgo



Deslumbrado por las pinceladas que esbozabas, largas, de mis letras a puentes tendidos en caracteres tumbados que bordeaban tu cuerpo, vacié mi líquido encefálico en tu copa esmeralda. Hipnosis, destellos. Bebiste con ganas, te supo amarga y escupiste en mi rabia se tornó más sabia giró los talones y por allá se fue cantando canciones. Quedó una traza, un regusto, como al morder la naranja en verano se llena en la boca su jugo, y lo retienes hasta que se calienta y no refresca. Así también yo escupo en tu cara. ¿Repulsión? Y si después la recorro con mi lengua para volver a sorberla ¿Depravación? No hay norte ni sur, solo una rampa que va a un agujero, y agarrado a una raíz espero. Soy un sfumato, una niebla de ideas que no se ordenan, no pactan, no se alienan, el humo de un cigarro que nadie saborea, una lluvia que no moja, un viento que no seca la ropa, la silueta del envés de un pie que descalzo me roza, pero ya... no espero más... y rabia, carácter, hambre, hombre, animal, salvaje. Nunca uso traje ¿lo sabías?