15 marzo 2006


Ausencias de presencias nunca vistas. Tiempo volátil se fuga entre el cuchillo y la tostada. Mermeladas etéreas de ciruela untadas en palmas de manos extendidas. Milímetros de piel inexplorada. El brote rompe la rama. Soy el hombre-charco. ¡Salta! ¡Salta con saña! Que mis gotas ya te alcanzan. ¡Más! Que trepan por un fémur recubierto de piel salada. Arenas gastadas por espaldas solitarias. Aturdidas por el encuentro de verdes y tambores. Entre vértebras mi dedo silueta vanidades incorpóreas. No deseas. No vives. Quieres. Duermes. Letargo de lagartijas. Confían su sueño bajo piedras, piedras, piedras… entrechocan y chispas revolotean en tu estómago ¿recuerdas? Y me enlazas. Me muestro humilde para luego cortarte la cola. No importa. Luego crece. Y una uña que se rompe, se engancha en lanas que rechinan, levanta pieles ya gastadas, carne pétrea, lápida dura, fría, rugosa, antigua, sonora, con la lluvia refleja tu rostro: plano largo aéreo, cara vacía de contornos en la piedra, en el charco, en el cuerpo. Manos en gabardina, blanco, negro y un pañuelo verde en el cuello. Plano corto, palma de mano con uña rota arrojando el pañuelo, se posa en la fría losa, una gota se desliza, movimiento antinatural trepando por tu pierna. El viento mueve las ramas, vuelan pólenes penetrando la tierra abierta, el charco se arruga, el rostro se difumina. Una isla de musgo navega por el agua. De orilla a orilla. Lenta. Explora. Se hunde. Se funde. Nenúfares de plata nacen en mi almohada. Fin.
Encienden las luces. La función ha terminado. Único pase. Absoluto fracaso. Los actores en el paro. Las flores, los brindis, las sonrisas, las ovaciones en baúles bajo llave.
Los críticos críticos critican críticas críticas. ¡La gente quiere odios a las sopas, insomnios banales, cotidianos parajes! Las palabras que no se enlazan arden en piras sutiles, perecen gritando sus nombres. ¡Charco! ¡Piedra! ¡Verde!. Un grillo grillea. Cri cri. ¿Quién se va? ¡Yo no!

1 Comments:

Blogger Mojitou said...

Sho tampoco

Me quedo a tus lecturas
a las furias más sensishas
quisás adivinables

me quedo a loss postres
y al posible desayuno

me quedo a recomponer el pusle

a sacrle el polvo a los nenúfares
a reinfentar los fferdes
con pañuelo al cuesho
con cristal roto
frío atemperado

me quedo a quedarme de vos
a flippinear
con vosses inaudibles

a meSer sosiegos
y acarisiar..... ¿egos dijo usted una vés?

me quedo

16 marzo, 2006 14:36  

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